Aunque sabemos que Cubillas, con su nacionalidad venezolana, es muy difícil de extraditar. El caso es de entrenamiento de terroristas en territorio venezolano al amparo de su puesto político. Ese delito es suficiente para que el Tribunal Supremo de Justicia determine favorable la extradición de este ciudadano. Estamos frente a un terrorista reincidente.
Toda la batería comunicacional del gobierno tratará de demostrar que se trata de un ataque contra la revolución y contra los cambios que se vienen llevando a cabo en Venezuela, que es la derecha española quienes quieren desprestigiar el buen nombre de Hugo Chávez... esas son simples y básicas patrañas, el cuento a que nos tienen sometidos desde hace 11 años. Es la mentira que se repite a diario por los medios estatales secuestrados por el gobierno, donde la disidencia no tiene voz, simplemente no existe porque son un grupúsculo ínfimo. Mentira tras mentira. La disidencia pacífica representa el 52% de los venezolanos que está en contra de los métodos, discursos, medios y proyectos del dictador mas inefable que ha tenido la historia de Venezuela. Un fascista recalcitrante disfrazado de ovejita, y cuando tiene oportunidad, de víctima. Así son, ahora son víctimas de grupos internacionales, del único medio privado de TV en Venezuela, del gobierno imperialista de los EEUU.
Cubillas no tiene credibilidad, no es un montaje, no hubo tortura en los etarras que lo acusaron, no es una víctima. Cubillas es un terrorista que ha adiestrado terroristas para que mueran personas inocentes y debe ser juzgado en un Estado que tenga credibilidad y ese no es Venezuela.
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