lunes, 25 de octubre de 2010

Chávez se negó a ayudar a los refugiados de Iraq en Siria

Observo sin cesar las falacias que hace este gobierno y el derroche de recursos sin que otros, solo ellos, se beneficie de eso. Es un alardeo de dinero frente a todo el mundo sin que se traduzca en ayuda a los seres humanos.
Chávez llegó a Siria, un país gobernado por una dictadura muy parecida a la de él, pero también un país con recursos limitados y azotado por muchos problemas, todos ellos politizados y antiamericanizados. Siria tiene un numero indeterminado, pero grueso, de refugiados iraquíes que necesitan un apoyo humano muy grande. Es un grupo humano que Venezuela puede ayudar. En Siria no hay trabajo, no hay forma para insertar a esos hombres y mujeres en una sociedad, no tienen los recursos suficientes para hacerlo. Pero como todo lo politizan les cultivan el odio y su impotencia hacia países como los Estados Unidos y Gran Bretaña. Venezuela debería apoyar a este grupo de refugiados, la mayoría con estudios universitarios, hay muchos médicos, administradores, ingenieros... Debimos entre muchas intenciones que se firmaron allí, proponer una forma de que esos refugiados puedan establecerse en Venezuela en áreas bien especificas donde hacen falta y en regiones donde puedan ser útiles, donde puedan desarrollar sus sueños y sentirse nuevamente personas. Venezuela debió proponer a Jordania y Siria ayudar con los refugiados iraquíes que deja la violencia en su país. Muchos pensarán que la violencia en Venezuela es peor que la que existe en Iraq. Es cierto, nos hemos convertido en un país de los mas violentos del mundo, mucho por encima de la guerra de Iraq, pero tenemos recursos para que esos profesionales lleguen a Venezuela con trabajo y en sitios con relativa seguridad.
Sabemos que esta propuesta le fue presentada a Hugo Chavez y la descartó sin pensarlo dos veces, negó que Venezuela pudiera ayudar a estos seres humanos, posiblemente que si fuesen con pasado terrorista, les abre las puertas.
En que pobre país nos hemos convertido.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Interpol: coacción internacional del fascista Chávez?

Desde hace ya varios años, el gobierno de Hugo Chávez descubrió el miedo que podía infundir a sus adversarios políticos exiliados por la violación constante de los Derechos Humanos en Venezuela y por existir una justicia parcializada por los intereses políticos de régimen con INTERPOL.

La justicia roja, como se llama en Venezuela a la mayoría de jueces y al Tribunal Supremo de Justicia, elegida y controlada exclusivamente por simpatizantes de las políticas de Chávez, utiliza discrecionalmente a Interpol como una policia para infringir los Derechos Humanos en el exterior. Utiliza, la buena fe y lo que deberían ser decisiones judiciales adaptadas a derechos internacionales, para solicitar bajo cargos de crímenes comunes a adversarios políticos exiliados voluntariamente por su posición con el gobierno.

Interpol debería plantearse seriamente que Venezuela siga perteneciendo a dicha institución. Deberían revisarse a la luz de los convenios, a quienes solicita Venezuela a través del sistema. Deberían los jueces que revisan las causas antes de extraditar a un venezolano, observar bien el debido proceso, la vinculación política del solicitado y las causas que lo han llevado a estar fuera del país.

El último caso es el del General González González, quien testificará en España en el caso del entrenamiento de Etarras, a quien convenientemente le han creado una causa en Venezuela para que no pueda declarar ante un juez español. Allí está el caso de Mario Rocco, exiliado voluntario, ciudadano ejemplar donde vive, ahora solicitado por Chávez por ser escolta de su mas odiado presidente, a quien él intentó dar dos golpes de Estado, preso en España, esperando que su caso sea visto por un juez para decidir su extradición.

Vergüenza debería darnos de ver como se maneja la justicia en nuestro país, en manos de un fascista disfrazado de cordero con pregón de ideologías que no siguen ni sus ministros y mucho menos él mismo o su familia. Puro cuento para enamorar viejas serpientes europeas y americanas y tenerlas de su lado. En que triste hora nos ha tocado vivir en Venezuela.

martes, 12 de octubre de 2010

Cubillas debe ser investigado por España, es un terrorista y debe ser extraditado

Cuál justicia investigará a Cubillas?. La justicia venezolana está viciada, está tomada legalmente por seguidores "patria o muerte" de Chávez y no harán, ni con el pétalo de una rosa, nada que pueda afectarle su imagen falsa de "socialista" y de "justicia social" que refleja en el exterior. La Fiscalía, el Tribunal Supremo de Justicia y los demás tribunales ordinarios, la Defensoría del Pueblo y la Contraloría están en manos de acólitos chavistas que no lo esconden, son simples sirvientes de Hugo Chávez y su fascismo encubierto por ideologías falsas. España no debe permitir que esa farsa continúe, debe ser la justicia española quien investigue a Cubillas.
Aunque sabemos que Cubillas, con su nacionalidad venezolana, es muy difícil de extraditar. El caso es de entrenamiento de terroristas en territorio venezolano al amparo de su puesto político. Ese delito es suficiente para que el Tribunal Supremo de Justicia determine favorable la extradición de este ciudadano. Estamos frente a un terrorista reincidente.
Toda la batería comunicacional del gobierno tratará de demostrar que se trata de un ataque contra la revolución y contra los cambios que se vienen llevando a cabo en Venezuela, que es la derecha española quienes quieren desprestigiar el buen nombre de Hugo Chávez... esas son simples y básicas patrañas, el cuento a que nos tienen sometidos desde hace 11 años. Es la mentira que se repite a diario por los medios estatales secuestrados por el gobierno, donde la disidencia no tiene voz, simplemente no existe porque son un grupúsculo ínfimo. Mentira tras mentira. La disidencia pacífica representa el 52% de los venezolanos que está en contra de los métodos, discursos, medios y proyectos del dictador mas inefable que ha tenido la historia de Venezuela. Un fascista recalcitrante disfrazado de ovejita, y cuando tiene oportunidad, de víctima. Así son, ahora son víctimas de grupos internacionales, del único medio privado de TV en Venezuela, del gobierno imperialista de los EEUU.
Cubillas no tiene credibilidad, no es un montaje, no hubo tortura en los etarras que lo acusaron, no es una víctima. Cubillas es un terrorista que ha adiestrado terroristas para que mueran personas inocentes y debe ser juzgado en un Estado que tenga credibilidad y ese no es Venezuela.

domingo, 3 de octubre de 2010

@elpais: La derrota de Chávez. Vargas Llosa.

TRIBUNA: MARIO VARGAS LLOSA

La derrota de Chávez

A pesar de la grotesca manipulación del voto, las elecciones del pasado domingo en Venezuela han supuesto un serio revés al comandante bolivariano. Pero la oposición no debe cantar victoria


La derrota de Chávez en las elecciones parlamentarias del domingo 26 de septiembre es mucho más significativa de lo que indican las cifras electorales, pues, al mismo tiempo que muestra la creciente impopularidad del caudillo venezolano y su régimen, saca a la luz pública la grotesca manipulación del voto popular amañada preventivamente por el chavismo para convertir en victoria lo que esperaba sería una recusación rotunda de su política y sus pretensiones.

La ha sido y sin atenuantes. El comandante Chávez presentó la consulta como un plebiscito en el que el pueblo de Venezuela debía legitimar torrencialmente a su "socialismo del siglo XXI" y su jefe de campaña, Aristóbulo Istúriz, profetizó con arrogancia: "Podemos perder ganando si no obtenemos los dos tercios de la Asamblea Nacional". Pues bien, el resultado menos fraudulento de las elecciones, el voto por los 12 representantes al Parlamento Latinoamericano, dio a las fuerzas reunidas de la oposición una mayoría de cerca de 400.000 votos.

Esta diferencia se reduce en el voto para la Asamblea Nacional a 242.553 -resultados oficiales: 5.642.553 contra 5.399.574-, porque allí, la ingeniería electoralista de Chávez, con la complicidad de sus parlamentarios y del Poder Electoral, había enmendado la ley para dar una elefantiásica representación a las circunscripciones rurales, donde tenía fuerte arraigo, y encogerla en las urbanas donde la oposición era mayoritaria. Se ha calculado que con esta disparatada desproporción el régimen necesitaba apenas 30.000 votos para obtener un diputado en tanto que la Mesa de Unidad Democrática requería 140.000. Eso explica que la oposición, habiendo obtenido un 52% del voto, cuente sólo con 65 diputados, y el chavismo con 98 pese a alcanzar sólo el 48%. Esos son los milagros matemáticos que produce el socialismo del siglo XXI. No es extraño que, para comunicar estos datos, el Consejo Nacional Electoral tardara ocho horas más de lo previsto y que Chávez, siempre tan lenguaraz, enmudeciera cerca de veinticuatro horas antes de salir a dar la cara a la prensa. Esta vez no se atrevió a decir, como en diciembre de 2007, cuando el pueblo venezolano rechazó su reforma constitucional, que se trataba de "una victoria de mierda". Más bien agradeció, con aspavientos que desmentía su cara avinagrada, al "pueblo revolucionario" la "victoria" que le otorgó.

Un aspecto interesante de la consulta es que los Estados más castigados por el caudillo (por haber elegido en el pasado a gobernadores y alcaldes hostiles al régimen) retaceándoles el presupuesto, cancelando programas sociales y defenestrando -a veces encarcelando- a sus autoridades, en vez de dejarse intimidar, han redoblado su oposición. Así ha ocurrido en Miranda, Táchira y Zulia, y en la propia Caracas: en el Distrito Capital la oposición derrotó al oficialismo por primera vez en 12 años en votos emitidos.

Con los 65 diputados en la Asamblea Nacional, la oposición tendrá la fuerza necesaria para frenar las reformas constitucionales que Chávez preparaba -se necesitan para ello dos tercios de los diputados- a fin de acelerar la estatización y el dirigismo de la economía, acabar con las empresas privadas y la prensa y la televisión independientes, cerrar los limitados espacios críticos que aún quedan en los ámbitos político, sindical, social y cultural. El avance del régimen hacia un modelo cubano, de dictadura marxista leninista integral, tendrá muchos más escollos para materializarse ahora que el propio pueblo venezolano ha comprobado que, con la civilizada y simple acción de depositar un voto en un ánfora, se podía infligir una seria advertencia a un gobierno en cuyo prontuario figura haber convertido a Venezuela en el país con la más alta inflación de América Latina, el de más alto índice de criminalidad, uno de los más corruptos e ineficientes del planeta y donde el desplome de los niveles de vida de los sectores de clase media y popular es más rápido. Este año Venezuela será el único país de América Latina con crecimiento negativo.

Las fuerzas de la oposición a Chávez no deben cantar victoria ni confiarse por este excelente resultado. Ni volver a cometer errores como el del año 2005, cuando, por abstenerse de participar en el proceso electoral, regalaron a Chávez una Asamblea Nacional servil y autómata (La Casa de las Focas) que todos estos años no ha sido más que una dócil sirvienta de los desafueros constitucionales y legales del Comandante. Es imprescindible que la unión de los partidos, movimientos y personas de la oposición que es La Mesa de Unidad Democrática se mantenga y se afiance, porque de esta manera seguirá ganando adeptos y sumando a sus filas a los venezolanos que, abrumados o atemorizados por las represalias del régimen, se abstuvieron de participar en esta contienda. A muchos de estos abstencionistas escépticos, la victoria electoral de la resistencia tiene que haberlos sacudido y demostrado que todavía hay razones para la esperanza. Cuando lo que está en juego es la libertad de un pueblo, el riesgo de que el oscurantismo de una dictadura totalitaria se abata sobre él y viva quién sabe por cuántos años -los cubanos la padecen hace más de medio siglo- las pequeñas rivalidades de doctrina, de matiz o personales, deben desaparecer a fin de no debilitar la primera de las prioridades: resistir el proyecto autoritario de un caudillo demagogo que ha sumido ya a Venezuela en la miseria, la violencia y el caos y podría seguir hundiéndola en formas todavía más infames de desvarío ideológico.

Se reprocha a la oposición venezolana carecer de líderes, no tener al frente a figuras carismáticas que arrebaten a las masas. Pero, cómo, ¿todavía hay que creer en los caudillos? ¿No han sido ellos, esos horripilantes payasos con las manos manchadas de sangre, embelecos inflados de vanidad por el servilismo y la adulación que los rodea, la razón de los peores desastres de América Latina y del mundo? La existencia de un caudillo carismático supone siempre la abdicación de la voluntad, del libre albedrío, del espíritu creador y la racionalidad de todo un pueblo ante un individuo al que se reconoce como ser superior, mejor dotado para decidir lo que es bueno y lo que es malo para todo un país en materia económica, política, cultural, social, científica, etcétera. ¿Eso queremos? ¿Que venga un nuevo Chávez a librarnos de Chávez?

Yo discrepo. Estoy convencido de que América Latina sólo será verdaderamente democrática, sin reversión posible, cuando la inmensa mayoría de latinoamericanos esté vacunada para siempre contra la idea irracional, primitiva, reñida con la cultura de la libertad, de que sólo un superhombre puede gobernar eficazmente y con acierto a esas mediocridades que somos el resto de los seres humanos, esos rebaños que necesitan buenos pastores que los conduzcan por el camino debido. Los venezolanos lo creyeron así cuando apareció el Comandante de marras, con su voz tonitronante y sus desplantes bolivarianos y sus monólogos farragosos, y votaron por él de manera masiva, descreyendo de la democracia. Así les ha ido. Lo han pagado carísimo. Ahora han aprendido la lección y una de las buenas cosas que vienen haciendo, mientras con gallardía se enfrentan a la semi dictadura que padecen, es haber renunciado a los caudillos. Ahora tienen dirigentes que merecen respeto, no adoración religiosa, pues trabajan en equipo, buscan consensos y toman acuerdos a través del diálogo y la persuasión, es decir, comienzan a practicar ya esa cultura democrática que volverá a ser la de la tierra de Bolívar cuando el comandante Chávez no sea sino una más de esas figuras borrosas de una tradición de vergüenza y atraso.

Los meses y años que tiene Venezuela por delante no serán fáciles. El régimen ha avanzado demasiado en la construcción de unas estructuras dictatoriales y mucha gente medra ya de ellas como para que Chávez, acatando la voluntad popular, rectifique su política y esté dispuesto a retirarse del poder si así lo mandan las urnas. El peligro mayor es que, después de esta golpiza pacífica que acaba de recibir, se embravezca y quiera conseguir, mediante ucases y matonerías represivas, lo que no ha podido conseguir a través de las ánforas. E instale la censura, la liquidación de la prensa no alineada con el régimen, la abolición de toda forma de oposición política y la estatización generalizada de la economía. No le será fácil, desde luego. Ya ha perdido ese estado de gracia del caudillo mesiánico de que gozó algunos años y ahora no sólo él, también el pueblo venezolano sabe que es falible y vulnerable. Se avecina un período tenso, en el que, una vez más, como hace dos siglos, se decidirá en tierra venezolana el futuro de la libertad en toda la América Latina.

© Mario Vargas Llosa, 2010. © Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAÍS, SL, 2010.

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